“YO LA CREÉ, JAMÁS LA DESTRUIRÍA”:JOH EXTRADICIÓN

JOH pega grito al cielo con denuncia de extradición, la exprimera dama y ahora precandidata del Partido Nacional, Ana García de Hernández, ha compartido en redes sociales un mensaje de su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández, quien, desde su cómoda celda en Estados Unidos, decidió lanzarse al ruedo del debate sobre la extradición.

 Porque si algo necesita Honduras en estos momentos, es la opinión del hombre que llevó la extradición al país… y que terminó siendo uno de sus mayores exportados.

“Queridos compatriotas”, comienza el mensaje de Hernández, con un tono tan solemne que casi se puede imaginar el fondo musical dramático. El expresidente nos recuerda cómo, en 2012, con capa y espada (bueno, más o menos), impulsó la reforma constitucional para permitir la extradición, cuando Honduras era, según él, el paraíso de los narcos y la violencia. ¿Y quién mejor que él para saberlo?

Según Hernández, lo hizo a pesar de las amenazas, los boicots y hasta los horóscopos adversos, porque él es así, un héroe de telenovela que enfrenta todo por el bien de su patria. Y aunque los narcos empezaron a difundir rumores falsos sobre él, Juan Orlando se mantuvo firme, asegurando que “jamás se me ocurrió denunciar el Tratado de Extradición. Jamás.” Al parecer, ni siquiera cuando se dio cuenta de que la misma herramienta que él creó lo iba a sacar del país… en un vuelo solo de ida.

Pero no todo es épica en este relato. Hernández también se toma un momento para reflexionar sobre los riesgos de la extradición, advirtiendo que podría convertirse en “una herramienta de venganza, persecución o injerencia”. Pero claro, en su caso, esas cosas no ocurren, porque él, dice, fue “injustamente condenado”. Es más, el expresidente asegura que el tiempo le dará la razón y que la justicia prevalecerá, lo que probablemente es más de lo que pueden decir algunos de sus antiguos compañeros de viaje.

Al final, el mensaje es claro: Juan Orlando cree que la solución no está en eliminar la extradición, sino en perfeccionarla, preferiblemente con jueces que tengan una visión más… simpática de su caso.