YANI DEVOLVIÓ EL SOPAPO
Sin vaselina y directo al pecho se le dejó ir en voladora Yani Benjamín a sus correligionarios colorados que andan chispeando babosadas en los medios de comunicación, donde repiten sus discursitos de pseudo honradez para criticar las decisiones actuales del partido “a cambio de una chamba” en el gobierno refundidor.
Y aunque no los citó directamente, ni falta le hizo, porque basta con tener las neuronas justas y necesarias para darse cuenta de que la dedicatoria iba para Luis Zelaya y Enrique Ortez, iniciadores según él de una “campaña sucia” en favor de los que les dan de hartar en Presidencial.
Porque en días recientes ha andado Luis, como de costumbre, explotando maravillosamente su papel de mosquita muerta, señalando a las altas poporoilas del partido por haber aceptado a Cálix y Nasralla en sus filas, pese a que “los propios estatutos dicen que deben tener cuatro años de militancia”.
Misma línea que siguió el ahora embajador de la refundación ante la FAO, que se subió al barco del resentimiento por considerar un “error fundamental” el hecho de haber aceptado la cúpula colorada a los dos aspirantes, a quienes calificó de “saltamontes”, por andar brincando de un partido a otro.
Pero son ambas opiniones que al presidente del Central Ejecutivo colorado parece que se la sopletean bastante fuerte, pues en su tuit les restó importancia por tratarse de pronunciamientos hechos por “verdaderos vasallos y perros de garra de sus patrones”, que venden su lengua por “unos pocos dólares”.
“Salen como jauría a repetir las líneas que les ordenan ladrar”, les dijo, al tiempo que defendió las decisiones del Central Ejecutivo que preside, pues éstas “fortalecen al Partido Liberal de Honduras y asustan a nuestros adversarios”. Qué bueno fuera decirle al mayor de los Rosenthal que la cosa era solo responderles, no ajusticiarlos.