XIOMARA “REVENTUKI” EN NUEVA ENCUESTA

Otra vez salió reventada la comandanta Castro en otra encuesta que le sacaron, donde el 87.3% de los consultados desaprueba su gestión, algo que se corresponde cabalito con lo que se percibe en las calles, donde gran parte de la catrachada dice estar hasta el sereguete de tanta mandracada que le han destapado durante los dos años y pico que ha tenido agarrada la guayaba.

Pero la aplazada fue pareja, en todititos los ámbitos, pues según reveló la firma encuestadora, una tal MacroDato, un bochornoso 77.5% de los encuestados también dijo estar económicamente más jodido que hace apenas un mes atrás.

Un porcentaje que habría que mandárselo, aunque sea por WhatsApp a los refundidores de la macroeconomía, quienes no hace mucho andaban pomponeándose el pecho como gorilas en celo, diciendo que el crecimiento del país proyectado para este año sería del 3.5% o 4.5%. Qué cosas.

La encuesta, por cierto, fue el resultado de haber preguntado esas vainas a 3 mil y pico de catrachos, todos ellos mayores de edad, que en abrumadora mayoría (78.2%) también se echaron las manos a la cabeza cuando les preguntaron qué les parece la situación de seguridad ofrecida hasta ahora por el Castrozelayismo.

Dato que a ver quién se lo explica al showsero de Gustavo Sánchez, que resguardado en su burbuja se autopajea la mente creyendo que la situación va viento en popa cada vez que sus chepitos le avisan de alguna captura de poca monta.

Pero la cosa no acaba ahí, porque a Carlita Paredes también le dieron para los chicles, ya que un 75.8% salió diciendo que la calamidad hospitalaria es peor ahora en mayo de lo que lo fue recientemente en abril.

Todo un hito histórico que la flamante ministra patepluma como que anda queriendo remediar enchambando en la SESAL a media familia, con suelzados de 4 mil y hasta 8 mil dólares por cabeza.

La aplazancina confluye finalmente en otro dato bastante revelador: el del 56.3% de cristianos que cree firmemente que hoy por hoy la corrupción del gobierno del familión es más aguda que 30 días atrás.

Se trata de un repudio es parejo, que no deja títere con cabeza; aunque los aludidos siguen haciéndose los de a peso, porque a lo mejor creen que toda rama torcida se puede enderezar el día de las votaciones o, en su defecto, desde el CNE, que a partir de septiembre estrenará planilla con una extraña alianza entre refundidores y colorados.