XIOMARA, CON LA DERECHA

Como pollito comprado anduvo la comandanta Xiomara Castro en la toma de posesión de Nayib Bukele, que más que una toma pareció una reunión de compadres, pues se dieron cita en San Salvador los más ferviente abanderados de la derecha latinoamericana.

Pero le pudo más a ella su deseo de conseguir la ansiada la foto con “el dictador más cool del mundo”, que tiempo atrás le bateó la invitación para su toma de posesión en la “capirucha”, pues a través de su marido y su hijo, presente como buen llaverito en la ceremonia, han querido ellos hacer buenas migas con su homólogo guanaco.

En fin, que, entre tanto fufurufo conservador, la comandanta pareció más bien una manchita negra en el panorama, donde las miradas, sin embargo, se las llevaron todas ellos, relegándola a ella a un discretísimo segundo plano que trataron de maquillar en las redes sociales refundacionales, donde lo hicieron parecer un “tú por tú”.

Y es que al parecer sus asesores le volvieron a jugar una mala pasada al no avisarle que se estaba metiendo en la boca del lobo, pues del ala zurda regional fue ella la única en acuerpar la ceremonia. Hasta el Arévalo chapín canceló a última hora, pues no fue bruto y prefirió ahorrarse el trago amargo.

El argentino Milei, el ecuatoriano Noboa y hasta el hijo del mismísimo Trump fueron algunos de los ilustres invitados con los que le tocó a ella rifársela sólita por andar se zampada. De tal modo que no le quedó más remedio que apechugar y, a partir de ahí, esperar al Foro de Sao Paulo para nadar nuevamente en sus aguas y con sus compinches, que por supuesto vieron la fiesta de Bukele por la tele.

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