XIOMARA CASTRO SE TRABA EN DUBÁI

Dijo la “presi” en Dubái que el clima se ha puesto “perro” a nivel mundial porque el capitalismo es una cosa muy mala, y como bien dicen que al morir el perro se acaba la rabia, propuso siete cositas para remediar el asunto en un plis plas.

No desaprovechó el momento, por supuesto, para incrustar en su discurso la muletilla del “régimen” que antecedió su mandato, al que culpó de todo el retroceso vivido hasta la irrupción de su milagroso proyecto refundacional.

Tan milagroso, según su cosmovisión, que compartió su secreto del éxito con todos los emisarios presentes, ante quienes juró que Honduras, bajo su égida, predica y lidera con el ejemplo, aunque acá no haya arreglado un solo bordo.

Un discurso pensado para los titulares y que lejos está de corresponderse con la realidad de un país que hinca las rodillas y les reza a todos los santos ante cada inundación y sequía.

Un país que, como medida a las inclemencias climáticas, lo más parecido a una respuesta estatal que ha visto es la “reforestación” de la grama de sus estadios.