VER PARA CREER

Asegura Carlón haberse puesto a la entera disposición de la Fiscalía para que le cuenten las canas y el bigote, pues lo que se dijo de él en Nueva York no le quita el sueño. Bueno sería verlo en las mismas si el fiscal en cuestión no estuviera a sueldo de su familia.

Jura el hermano del comandante vaquero que aquello de que era él quien se encargaba de los narcoaterrizajes en Olancho es puro cuento chino, y que lo único cierto de todos los narcorrelatos dichos en la Corte neoyorquina fue lo que tenía que ver con el indómito.

Sustenta el hombre su inocencia en el hecho de pertenecer a la autodenominada “familia más investigada de la historia de Honduras”, que pese a todo ha salido airosa de todos los envites legales recibidos. Con poco menos de cinismo nos llevó el inocentón Callejas a un Mundial.

Pero bueno, habrá que creerle porque lo dice él, no por otra cosa. Porque es Carlón otra inocente víctima de la conspiración montada por el narcoimperialismo global para corroer las bases de la refundación encarnada en su cuñada.

Aunque con su permiso habrá que seguir dudando, porque si habla como narco, actúa como narco y se lo menciona como narco, será porque es narco. Que haga el fiscal lo que le dé la gana.

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