VACAS PERDIDAS EN VEHÍCULOS DE LUJO
¡Oh, qué sorpresas nos trae la vida administrativa en la tierra de la burocracia criolla! Resulta que la corrupción en la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), ha alcanzado niveles tan altos que ya no sorprende que las vacas, hayan decidido dar un salto evolutivo y quizá hayan escapado del potrero y ahora se pasean en vehículos de lujo, buscando a sus congéneres desaparecidos.
Sí, así como lo oyen, las vacas parecen haber desarrollado un gusto por la opulencia y la velocidad, aquellas nobles criaturas de ojos serenos, que han sido aseguradas por la OABI, han desaparecido y como por arte de magia con ellas también unos 1,500 vehículos de lujo.
El flamante director de OABI Marco Antonio Zelaya, se presentó, cual caballero andante, al Ministerio Público con una misión épica: denunciar a sus antecesores por “escandalosos actos de corrupción”. Y vaya que son escandalosos, ¡más de 1,500 vehículos de alta gama y cientos de cabezas de ganado han desaparecido! Pero, claro, no se descarta que estos vehículos de lujo sean ahora los preferidos de las vacas para sus paseos dominicales.
Tras apenas tres meses en el cargo, Zelaya ha destapado una caja de Pandora llena de corrupción, implicando a empleados de la institución, abogados particulares y proveedores.
Entre los nombres de los presuntos culpables encontramos exdirectores, empleados, y hasta personas que no tenían vela en este entierro, pero que, de alguna manera, también metieron mano.
Zelaya proclamó su cruzada contra los corruptos y pidió al Ministerio Público que no deje piedra sin mover en su búsqueda de justicia y claro que no se olviden de las vacas y los vehículos.
Ahora la ausencia de más de 1,500 vehículos de lujo y de decenas de cabezas de ganado es el nuevo misterio sin resolver de tantos que se dan en las instituciones que son caldo de cultivo para los desfalcos de toda naturaleza.