UNOS A LA BULLA Y REDONDO A LA CABUYA
Mientras buena parte de la militancia refundidora se sigue partiendo el pecho por el partido, sin verse recompensada siquiera con una chambita, al tránsfuga de Luis Redondo Guifarro lo recibieron con honores tras su juramentación, pues hasta la mismísima Xiomara le dedicó su respectivo mensajito en X, donde solo aparece por nimiedades de ese estilo, pero casi nunca para lo esencial.
La bienvenida y enhorabuena le llegó al conserje de Libre en 465 caracteres exactos y una foto, donde la mandataria dijo recibirlo con alegría “por su coherencia en la defensa del plan bicentenario del socialismo democrático”, que viene a ser la manera bonita de agradecerle por haberse comportado como el perrito guardián que siempre ha sido, aún y cuando, para lograrlo, se dejó en el camino la lealtad y unos cuantos amigos, que fueron quienes lo encaminaron para convertirlo en quien es hoy.
Según Xiomara, el arribo del rechoncho supone un hito importante para la refundición, pues les será de gran ayuda para seguir construyendo eso que ella llama “la nueva victoria”, que no es otra cosa que amarrarse cuatro años más a la guayaba, cueste lo que cueste y respingue quien respingue, pues crucial será el papel de caballo de Troya en el Legislativo que siga desempeñando el señor del bombo, convertido ya en un refundidor de mera cepa.
Pero es la suya una bienvenida solo para quedar bien con el formalismo, pues por todos es sabido el servilismo al que se avocó Redondo desde que la refundación le cantó como sirena tras imponerlo ilegalmente en el cargo, donde el juramentado ha tenido la inmensa oportunidad de sacar a relucir la verdadera calaña de tipejo que es. Enhorabuena.