UNA HUELGA CON LA QUE TODOS PIERDEN
La cosa está que arde con la paralización de todas las plantas de producción de la Cervecería a nivel nacional, pues no solo está en juego un más que probable desabastecimiento de productos de cara a la temporada navideña, sino también la recaudación de impuestos para las arcas públicas, que según el diputado Carlos Umaña andan en más o menos 18 millones de pesos diarios.
Porque de momento los huelguistas no quieren dar su brazo a torcer, sabiendo que tienen la sartén por el mango a costa de poner en riesgo no solo sus propias chambas sino, indirectamente, la de miles de enchambados más, cuyos ingresos dependen en buena medida de que las coquitas, las mirindas y sobre todo las birrias estén siempre disponibles en la refri.
Y así llegamos ya a los dos primeros días desde que inició la parálisis, iniciada según los propios huelguistas por lo que consideran un trato laboral injusto y la precarización de sus chambas, y sin siquiera haber propuesto de inicio una ventana de diálogo y así evitar llegar a donde se ha llegado.
Pero es que tampoco ha habido por parte del gobierno refundidor un solo amago de interceder en favor del sentido común y la estabilidad, que es lo que uno esperaría de las autoridades, pese a que, como dijo Umaña, “este tipo de conflictos, incluso al Gobierno le afectará, ya que dejará de percibir impuestos por 18 millones diariamente”.
Un Umaña que, al igual que otros tantos, insisten en pedir a la presi Xiomara Castro que interceda, pero eso se antoja como mucho pedir, pues nunca ha sido el estilo de la mandataria dar un puñetazo en la mesa para llamar al orden a las partes, excepto cuando las cosas adquieren un tinte casi irreversible.
Y es que más allá de lo que se ve a simple vista, en la huelga hay un buen poco de cosas en juego, como insisten algunos desde el sector empresarial, pues una situación como esa implica “pérdidas económicas, riesgo de empleos y escasez de productos claves en plena temporada navideña que provocan especulación de precios”, según expuso Karim Qubain, jefe de los empresarios de Cortés.
Porque según el turco, en caso de continuar la huelga como hasta ahora, “podría generar un fuerte impacto no solo en los más de 3,200 empleados directos de la empresa, sino también en alrededor de 85,000 emprendedores que dependen de la actividad económica relacionada con la Cervecería”.
Y no hace falta ser muy listo para estar de acuerdo en que todo el pleito no beneficia a ninguno, sino todo lo contrario, tal y como lo reconoció Juliette Handal, empresaria amiguísima de la refundación, pues recordó ella en X que estamos hablando “de una empresa que junto a sus trabajadores aporta a la economía de nuestro país el 3% del PIB en general y el 26% del PIB manufacturero”, así que más vale a la refundación espabilar si no quiere que la cosa le acabe reventando en la cara.