UN PUEBLO HASTA LOS QUEQUES

Tienen que estar muy chungas las cosas en el potrero catracho para que dos de cada cinco paisanos justifiquen un golpe de Estado a cambio de que ponga freno a tanta mandracada de los corruptos. Así lo dice el nuevo informe de Barómetro de las Américas, al que llamaron “El Pulso de la Democracia en Honduras 2023”.

Y es que las cosas por acá están tan jodidas que apenas un 36% de la indiada está conforme viviendo en un estado pseudo democrático, y el 66% de los ellos vive convencidísimo de que la mayoría de los políticos son pandos, por lo que no resulta extraño que piensen como piensan.

“En un contexto donde un porcentaje bastante alto de la población habla de que se puede violentar la ley, eso puede ser un peligro”, avisó Carlos Hernández, director de la ASJ, que fue uno de los que sirvió la sopa.

Y es que en Honduras nadie se fía ni de su propia sombra, mucho menos del dichoso voto secreto, ya que un 45% de los encuestados cree que esto sucede solo “a veces”, seguido de un 27% que cree que ocurre “siempre”, y un 29% que creen que no ocurre jamás de los jamases. Es decir, que los que se chupan los mocos son minoría.

El Barómetro también reflejó que a la mayoría de la catrachada lo que más le quita el sueño es la economía, seguido de la inseguridad (25%) y la política (7%). Es decir, que razones para vivir con el santo en la mano, sobran y con justa razón.

Y a eso hay que ponerle que la cantidad de cristianos con la voluntad y valor de denunciar extorsiones es del 50%, en relación a los robos, que son el 51%. Y en cuanto a los que dijeron que es probable que denuncien un incidente de violación sexual si lo llegasen a ver, es del 73%. Cifras todas ellas que reflejan lo hasta el sereguete que está ya la gente, sin que los que mandan arriba parezcan darse cuenta.

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