TRAS EL BILLETILLO EN WASHINGTON
Un equipo de élite de la Secretaría de Finanzas (Sefin) y del Banco Central de Honduras (BCH) ha cruzado las fronteras con un único objetivo en mente: asegurar ese sabroso diseño que Honduras necesita como agua en el desierto.
Después de una ardua semana en la que lograron convencer al Fondo Monetario Internacional (FMI) de que la economía hondureña sigue “resiliente” y con proyecciones de crecimiento, ahora se encuentran en Washington, donde las reuniones bilaterales prometen ser tan intensas como la lucha por el último tamal en navideño.
El Ministro de Finanzas, Christian Duarte, está más que contento. Según él, el FMI no solo aprobó las cifras de desempeño fiscal, sino que también concluyó que la economía del país está tan bien que crece al 4% en 2024. Nada mal para un país donde la inflación parece tener la energía de una fiesta de Carnaval en La Ceiba.
Pero, la verdadera magia comienza ahora. Duarte y su equipo no solo están cortando al FMI, sino que también tienen los ojos puestos en los organismos multilaterales más poderosos del vecindario: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial. Con los papeles en regla, buscan avanzar en los diseños estratégicos que desbloquearán fondos cual tesoro escondido en película de piratas. Y si todo sale bien, la suma final podría rondar unos suculentos 400 millones de dólares.
Claro, el ministro Duarte no se queda corto en elogios sobre lo que harán con ese dinerillo. Según él, la presidenta Xiomara Castro tiene uno de los planes de inversión más ambiciosos jamás vistos en Honduras. Hablamos de una montaña de 97 mil millones de lempiras para carreteras, hospitales, tecnología y, por supuesto, algunos subsidios para los sectores más vulnerables.
Lo mejor de todo, según Duarte, es que estos fondos vienen con “términos concesionales”. Esto, para los no economistas, significa que estamos pidiendo prestado con intereses bajos, casi como si el FMI y el BID fueran bancos amigables dispuestos a prestarnos sin mirar la cuenta del mes pasado.