¡TIEMBLEN¡ NUEVOS REQUERIMIENTOS ANUNCIA FISCAL

 

Sin un solo ápice de sarcasmo, el Fiscal General de la República, Johel Zelaya, ha reafirmado que su incansable lucha es, por supuesto, una cruzada titánica contra el crimen organizado y no, para nada, un desfile de persecuciones políticas.

 ¡Sería absurdo siquiera insinuar tal cosa! Zelaya asegura que ni un solo expediente se esconde bajo la manga, y que las investigaciones no están dirigidas a personas con pasados políticamente activos. ¡Qué va!

Al ser consultado sobre futuros movimientos fiscales, Zelaya, con aplomo, exclamó: “¡Claro que vienen nuevos requerimientos fiscales! Y es más, están dirigidos a gente que estuvo vinculada a gobiernos pasados…

¿Pero qué tiene de malo? ¡Es pura coincidencia!” Y por si quedaba alguna duda, añadió con gravedad: “Hay muchos requerimientos para muchos funcionarios y para mucha gente que ha estado involucrada en compras… ¡Pero no es persecución política!” insistió al tiempo que llamo sinvergüenzas a aquellos que se blindan con esa cancioncita gastada de que es persecución.

No satisfecho con esta demostración de imparcialidad, el Fiscal General también subrayó su inquebrantable compromiso con la transparencia y la lucha contra la corrupción en todos los rincones del país. “Queremos que el pueblo vea que no solo nos estamos ganando un salario. Estamos aquí para demostrar que hacemos algo, aunque no se note, revisando tanto la función pública como privada, porque, sorpresa, sorpresa, la corrupción existe, y adivinen quiénes son los culpables… ¡algunos funcionarios y empresarios!” dijo sin pestañear.

Pero eso no es todo. En su noble cruzada, Zelaya, con su mirada fija en la justicia, asegura que hasta las alcaldías más recónditas están bajo escrutinio. ¡Incluso Choluteca no se escapa del ojo vigilante del Fiscal General! Porque, por supuesto, en esta justa labor no se tolerará ninguna irregularidad, ni siquiera en los lugares más inesperados. “No es persecución política”, repitió, como un mantra, a pesar de las insidiosas acusaciones en su contra. “Honduras merece respeto”, clamó con una solemnidad digna de un héroe trágico, “y yo, sin ninguna bandera política, estoy aquí para otorgárselo”.

Qué alivio tener a un Fiscal General tan comprometido con la imparcialidad y la justicia, completamente alejado de cualquier tipo de influencia política, porque aseguro a pie juntillas que no se cobija con ninguna bandera política.

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