TERMINA EL JUEGO DE ESCONDITE DE EL PORKYS

Luego de años de teorías dignas de una serie de investigación paranormal, donde algunos aseguraban que Alexander Mendoza, alias “El Porkys”, se movía entre Honduras y Nicaragua y otros juraban que ya había pasado a mejor vida, resulta que el hombre estaba tranquilamente disfrutando de la brisa marina en la isla de San Andrés.

La fiesta terminó abruptamente este domingo cuando agentes colombianos, con el respaldo de la DEA y autoridades británicas, le dijeron “hasta aquí llegaste”.

El operativo, que tuvo lugar a las 5:00 de la mañana, logró la detención del fugitivo en el sector de Orange Hill, lo que marcó el fin de su prolongado juego de escondite con las autoridades internacionales.

Con una alerta roja emitida por 196 países, “El Porkys” había convertido la isla en su bunker personal desde 2022, creyendo que nadie lo buscaría allí. Lamentablemente para él, el escondite no incluía una cláusula de invisibilidad.

En un giro nada sorprendente para alguien con su historial, Mendoza no era solo un turista común buscando aguas cristalinas. Además de estar solicitado por narcotráfico en Estados Unidos, se le atribuyen varias muertes y conspiraciones criminales. De hecho, ya había sido condenado en Honduras en 2018 por estos mismos cargos, pero logró esfumarse en 2020 cuando un grupo de hombres armados disfrazados de policías y militares irrumpió en un juzgado y lo rescató a lo grande. La fuga dejó a varios policías muertos y demostró que la seguridad en los tribunales hondureños era, en el mejor de los casos, decorativa.

Ahora, la historia cambia de escenario. Capturado y transportado a Bogotá en un avión institucional de la Policía Nacional de Colombia, “El Porkys” finalmente enfrentará la justicia sin la posibilidad de un nuevo truco de desaparición. Tal vez esta vez el escondite se le haga un poco más difícil.

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