TAL VEZ NOS SALVA UN PACTO FISCAL

El barco se hunde y no hay capitán. Actualmente, Honduras navega en un mar de problemas, todo está mal, nada funciona. Pero lo peor es que no se avizora un faro que ilumine el camino para llegar a puerto seguro. El barco está a la deriva.

Nos tienen patas para arriba. El gobierno de la refundación nacional no tiene respuestas, capacidad, ni interés de atender los problemas políticos y económicos que se agudizan en el país. Y es aquí cuando surgen las voces de los expertos para orientar hacia la búsqueda de soluciones, pero con un gobierno sordo e intransigente, es difícil.

Reconocidos economistas creen que este es el momento adecuado para impulsar un pacto fiscal, económico y social en Honduras, pero debe ser el gobierno quien lo promueva para combatir la pobreza que afecta a 6,6 millones de hondureños, mejorar la recaudación de impuestos y la gestión de los recursos públicos. El relajo político, lo dejamos para después, esos no tienen arreglo.

“Proponemos un pacto económico, social que implica también un pacto fiscal, que nos permita tener una visión de país, qué es lo que queremos hacer de Honduras, que todos los actores estemos claros en cuáles son nuestras responsabilidades y los roles para construir una mejor nación”, dijo el economista Mario Palma, coordinador de Investigaciones del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh

Para Palma, es “el momento adecuado” para promover y facilitar un acuerdo fiscal, económico y social con el propósito que el país pueda enfrentar la persistente pobreza, mejorar la gestión de recursos en la administración pública y aumentar la recaudación de impuestos: “el llamado es a que no perdamos el enfoque de construir una nación, superar los problemas que aquejan a la ciudadanía, utilizar los recursos públicos de manera transparente y no como una forma de generar política o proselitismo”.

También el economista Ismael Zepeda, investigador del FOSDEH, se muestra a favor de impulsar un pacto fiscal, porque considera que la pobreza ha servido de justificación a diferentes gobiernos sólo para aprobar altos presupuestos públicos, “pero la estrategia de reducción del número de pobres no ha tenido ningún efecto y los datos siguen siendo muy críticos. No ha llegado, en el último siglo, un gobierno que realmente responda a las mayorías, solo a los intereses de grupo”. Ojalá y el gobierno escuche esta propuesta. Es necesario retomar las riendas, todavía faltan dos años y nos van a dejar un país hundido.

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