SOLIDARIDAD REFUNDACIONAL
Las muestras de solidaridad del gobierno de la refundación hacia su ministro de Planificación y Estretegia han sido realmente abrumadoras, a tal punto que es probable que por aquello de la psicología inversa, la chatrachada no les crea absolutamente nada.
Ricardo Salgado despertó la mañana de este jueves con su vacuno cuerpo tiritando. Y no es para menos, pues figurar en la Lista Engel no es un asunto menor, por mucho que él mismo vocifere a los cuatro vientos que los señalamientos llegados desde el norte no le vayan ni le vengan.
Aunque lo cierto es que pañuelos no le han hecho falta para lagrimear, pues desde el mismísimo Mel Zelaya, pasando por el canciller Enrique Reina y hasta llegar al más indómito de los activistas lo animó a recostarse en el diván para darle tuiterterapia.
Reacciones, eso sí, de manual, según manda el protocolo; nada equiparables con las que aparecieron de repente y en tromba por parte de una multitud de usuarios con diez o doce followers por cabeza, a quienes la actualizada lista gringa los hizo devengar como si no hubiese un mañana.
Una jauría de bots perfectamente entrenados, que marchan sincronizadamente en las redes acechando a sus presas o idolatrando a su papi chulo según convenga, con una puesta en escena digna de los 173 millones que su padrino se ha gastado en planillas en el último año y fracción.
Así las cosas, la Engels vuelve a tocar la puerta de la refundación, que ha reaccionado haciendo una melé, actuando como una formación en testudo de alguna región romana que avanza por el campo de batalla trastabillando y con las sandalias embarradas.