SIN VOLUNTAD NO HAY CICIH

Tras la sesión legislativa del martes, el jefe de la bancada cachureca, Tomás Zambrano, salió desbandado a atender a los medios que aguardaban agazapados en el hemiciclo, y todo para recordarle unas cuantas verdades al gobierno refundidor, al que señala por carecer de la “voluntad política” necesaria para traer de una vez por todas a la CICIH que tanto prometió.

“Libre no quiere la CICIH”, señaló, molesto porque “esta propuesta que están haciendo es una mentira y un engaño más al pueblo”, refiriéndose al remedo de iniciativa que plantearon los oficialistas, al mando del inoperante Redondo, sin haberla socializado con absolutamente nadie: “no nos han turnado el dictamen, no nos han turnado el proyecto, ni siquiera nos han convocado a una reunión para socializar este tema”, explicó.

Y es que, según Tomás, el gobierno refundidor debería ya de dejarse de tanta paja y reconocer que son unos improvisadores de primer nivel, tal y como han demostrado desde que tienen la guayaba, pues en todo este tiempo se han dedicado, según él, a establecer “temas en la agenda legislativa sin dialogar y sin construir consensos”, ya que lo tienen fríamente calculado.

“No ocupa reforma constitucional para que venga la CICIH. Lo que se ocupa es voluntad política para cumplirle al pueblo”, soltó sin tapujos y explicando, además, que lo único que el Legislativo debe hacer es “ratificar el convenio una vez que el Ejecutivo firme con las Naciones Unidas”; de tal modo que, si no lo han hecho, es porque no les ha dado la gana y quieren seguir alargando el temita para darle más atol con el dedo a la gente.

“Una reforma constitucional viene a alargar el proceso de la CICIH porque tendría que ser ratificada hasta el próximo año, después del 25 de enero, y hasta que esté publicada allá por febrero, la ONU con el gobierno tendrían que empezar a elaborar el proyecto del convenio, y eso va a llevar unos seis meses más”, detalló el diputado cachureco, exponiendo así las verdaderas y puñaleras actuaciones de sus colegas oficialistas en el hemiciclo.

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