SIN DECLARACIÓN A LEY EUROPEA TERMINA CUMBRE DEL CAFÉ
Viva el grano aromático, el café definitivamente sigue siendo el “grano de oro” de Honduras, aunque a veces parece más bien el grano del ¡ay no, otra baja en la producción!
La primera Cumbre del Café de la Celac en Honduras, un evento que prometía ser tan productivo como una buena taza de espresso, terminó sin una declaración unánime sobre la ley de la Unión Europea contra la deforestación importada.
Honduras sigue siendo el mayor productor de café en Centroamérica, y la Unión Europea sigue siendo su cliente estrella. Con exportaciones por más de 700 millones de dólares, los cafetaleros esperan que la relación con Europa siga siendo tan fuerte como un buen ristretto. Pero ahora con la ley de deforestación en la mezcla, quizás las futuras tazas de café europeo vengan acompañadas de un certificado de “libre de culpa ambiental”.
Parece que, de los 33 países miembros de la Celac, solo 25 se animaron a suscribir el comunicado. ¿Y los otros ocho? Quizás se quedaron sin WiFi o no encontraron el botón de “unirse a la reunión”. A puertas cerradas, con un aroma a café en el aire, se discutió sobre cómo seguir “fortaleciendo la integración regional”.
Al final, el consenso fue claro: “Apoyar a nuestros caficultores y asegurar que el café siga siendo un motor de desarrollo y un patrimonio cultural”. Es decir, que sigan cultivando mientras se averigua qué hacer con las nuevas regulaciones.
En cuanto a la nueva ley europea contra la deforestación, los cafetaleros de la región parecen estar ajustando sus cinturones. Al final, con el 60% de la producción mundial concentrada en América Latina y el Caribe, la región necesita un plan. Pero tranquilo, ya se anunció la creación de un “foro permanente o grupo de trabajo”, que se encargará de seguir dando vueltas al tema. Porque, si algo nos gusta en Latinoamérica, es crear comités para resolver los problemas. ¿Resultados? Quizás en el próximo ciclo de cosecha.
Gerardo Torres, canciller hondureño, aseguró que están trabajando para fortalecer la presencia en mercados extrarregionales.
Solo esperemos que, entre tanto café y reuniones, a alguien se le ocurra cómo lidiar con las restricciones y seguir exportando este “grano de oro” sin que se convierta en una amarga experiencia para los productores.