SIN AYUDA YANQUI
Algunos programas en Honduras se enfrenta a un cataclismo sin precedentes: la suspensión de la ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Muchos tiemblan ¿Cómo sobrevivirá sin los “malvados dólares” del imperio yanqui?
Una pregunta que tiene desconcertados a más de unos cuantos burócratas y ONG que, al parecer, no se dieron cuenta de que dependían del enemigo que tanto criticaban.
Desde el Instituto de Conservación Forestal (ICF), una fuente anónima (como siempre, por temor a represalias ) reveló que un proyecto que planeaban ejecutar en marzo quedó en suspenso. No dio detalles, pero sí adelantó que buscarán el auxilio de la siempre generosa Unión Europea. Seguro que los euros llegan antes que los sueños bolivarianos de autosuficiencia.
Mientras tanto, el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, mostró una serenidad digna de un maestro zen. Según él, la suspensión de la ayuda de la USAID no preocupa al gobierno de Xiomara Castro porque los recursos iban a ONG y empresas privadas. De hecho, dejó caer con una sonrisa que muchas de esas ONG son críticas del Gobierno. En otras palabras, menos financiamiento para los opositores y más tranquilidad para la “refundación”. ¡Quién diría que Trump y Castro tendrían algo en común!
Pero no todo son buenas noticias para el oficialismo. La coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Conadeh, Elsy Reyes, lamentó que sectores vulnerables como niños, mujeres, migrantes retornados y la comunidad LGTBIQ+ quedarán sin asistencia. Y es que, aunque el gobierno de Castro repite que “el pueblo es primero”, parece que nadie tenía un plan B por si los dólares imperialistas dejaban de fluir.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), ese órgano tan eficiente y transparente también se verá afectado. La presidenta, Cosette López, reveló que hace diez días les notificaron la suspensión de los fondos. Ahora tendrán que hacer elecciones con los recursos propios del Estado, lo que seguramente garantizará un proceso ágil, confiable y sin retrasos.
La ayuda de la USAID a Honduras en 2023 fue de 144 millones de dólares, cifra que en 2024 se redujo a menos de 100 millones. Pero, claro, en un país donde la autosuficiencia socialista está en pleno auge, ¿quién necesita del tío Sam? Mientras tanto, el gobierno de Castro sigue haciendo cálculos: ¿se puede sobrevivir con discursos antiimperialistas y sin la chequera del imperio? La respuesta está por verse.
Mientras tanto, las ONG revisan sus cuentas bancarias con sudor en la frente y los burócratas buscan quién más pueda llenar el vacío. ¡Quizás China! ¿O Rusia? Todo sea por la soberanía… siempre y cuando venga con financiamiento.