Siete millones de venezolanos desplazados
Es alarmante el número de personas venezolanas en las calles, semáforos y fronteras de los países de Sur América y Centro América. Honduras, no es la excepción; el número de desplazados procedentes de Venezuela ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes en las fronteras del país, principalmente por la vía terrestre.
Sobre el tema, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó el informe titulado “Personas Migrantes y Refugiadas provenientes de Venezuela”. Este documento exhaustivo analiza las causas del desplazamiento forzado de miles de venezolanos, destacando graves violaciones de derechos humanos, el cierre de espacios cívicos y las limitaciones en el acceso a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
La CIDH señaló que este flujo migratorio, el más extenso a nivel regional y uno de los más grandes a nivel mundial, se ha convertido en una estrategia de supervivencia para preservar derechos fundamentales como la vida, la integridad personal, la salud y la alimentación. En medio de un vertiginoso deterioro de la situación de derechos humanos en los últimos años, Venezuela ha presenciado un éxodo masivo, con más de 7 millones de personas abandonando el país desde 2015.
A través del informe y a manera de recomendación para atender la crisis humanitaria generada por este conflicto, la CIDH recomendó brindar una protección adecuada a la naturaleza forzosa de este desplazamiento, reconociendo el estatus de refugiado a las personas provenientes de Venezuela. Esta recomendación se basa en la definición de persona refugiada contenida en la Declaración de Cartagena, que ampara a aquellos que huyen de su territorio debido a riesgos para su vida, seguridad, libertad, o por la violación masiva de los derechos humanos.
La CIDH, como órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), se ofreció para colaborar con los Estados para brindar cooperación técnica en la implementación de las recomendaciones formuladas en el documento. El objetivo fundamental de este informe es iniciar un diálogo sobre la necesidad de abordar el desplazamiento forzoso de los venezolanos desde una perspectiva regional, coordinada, fundada en la responsabilidad compartida y en el respeto y garantía de los derechos humanos.