SE VIENE TRANCAZO DEL CNE
Con la paja de la inflación andan los groseros del CNE pidiendo un aumentón al presupuesto de las votaciones, que quedaría en más o menos 1,700 millones mal contados, para que los súbditos qué tiene ahí la refundación, confabulados con sus compinches colorados, tengan barra libre.
A ojo de buen cubero estamos hablando de un 25 o 30 por cierto más de pisto que en las votaciones del 2021, cuando los propios refundidores y los cachurecos se fueron a las primarias para sacar de ahí a los dos esperpentos con los que luego se plantaron en las generales.
Lo peor de todo es que, aunque el presupuestón dizque está diseñado para abarcar todo el proceso electoral, tampoco descartan los muy cínicos que en el camino puedan salir pidiendo algún ajuste de chascada, porque como dijo Chelato: nunca se sabe.
La justificación de los desgraciados es la inscripción de nuevos partidos de maletín, así como todo el paripé que les tocará montar de aquí al 8 de septiembre, que es cuando dizque van a hacer la convocatoria oficial, pese a que los politiquillos desde hace meses se pasaron por el forro las advertencias, pues no ha cesado en sus movimientos propagandísticos sin que nadie los ponga quietos por sinvergüenzas.