SE LE CAYÓ LA CARETA A LUIS ZELAYA
Al precandidato colorado, Luis Zelaya, lo agarraron con el calzón bajado en vivo y en directo, cuando en la tele se vio arrinconado y tuvo que reconocer que su campaña política está siendo financiada, o al menos apoyada, por el oficialismo refundidor, al que se supone que en vez de estar aceptándole favorcitos debería estar criticando.
Dio gusto ver cómo se le cayó la careta cuando Renato lo puso contra las cuerdas en Frente a Frente, donde llegó Luisito con su aura pseudo inmaculada a presumir su infinita pulcritud, que de inmediato se convirtió en vergüenza, pues de su boca salieron las palabras que acabaron hundiéndolo.
Y es que el hombre admitió estar haciendo uso de carros de la Secretaría de Seguridad para su campaña, bajo el cínico pretexto de que su correligionario Nasralla dizque hace lo mismo y que es una práctica que data incluso desde “los tiempos de JOH”.
“Las camionetas que me achacan a mí son las mismas que anda Salvador Nasralla”, dijo el muy dundo, como dando a entender que si Salvita se tira por un barranco él también lo haría. Pero su caradurismo fue aún más allá, pues también dijo que si aceptó el favorcito fue porque no tiene pisto para pagar seguridad ni tampoco “temor de que vean dónde ando”.
Y puede que sea cierto que no tenga una cosa ni la otra, pero también es verdad que tampoco tiene dignidad, porque otros en su misma situación no han accedido a aceptar ese tipo de favores por mucho que los necesiten; tal es el caso de la también colorada, Maribel Espinoza, que clarito lo dijo en X, pues no goza ella de los mismos “privilegios” que la refundación concede a Luis. Por algo será.