SE LA VOLVIERON APLICAR AL INGENIERO

A Nasralla no hay que quererlo sino más bien comprenderlo; pero, sobre todo, invitarlo, o como mínimo avisarle de la invitación. Una vez más convirtió a Twitter en su dojo, desparramando esta vez sus patadas a la yugular del canciller.

Reclamó el señor de la televisión al que considera su subalterno en el organigrama por no haberle remitido la invitación a la investidura del Noboa, que en los vocativos invocó su nombre, mas no así el del incómodo Florentino, que fue finalmente el elegido para representar a la refundación.

Un bochorno que según Nasralla volvió a dejar mal parado al gobierno del cual nominalmente aún es parte, pero que encontró pronta respuesta en el aludido Reina, que justificó el asunto escudándose en su papel de fiel sirviente, pues dijo no rendir cuentas a nadie más que a su patrona.

Patrona que, según dice que dijo, delegó en el tercero en la línea de sucesión la responsabilidad de representarla ante el chavalo que sacó del carril a los de la corriente de su camarada Correa.