SALIÓ CHURRO EL DEBATE PRESIDENCIAL
Fue más tilín, tilín que paletas. Altas eran las expectativas ante el primer duelo televisado de los tres aspirantes a la presidencia de México. Pero, según expertos, las principales candidatas, Claudia Sheinbaum y Xochitl Gálvez, no lograron convencer en el debate presidencial, transmitido en directo por la TV y las redes sociales el domingo (7.4.2024). Durante largos tramos de la discusión, se vieron confrontadas con acusaciones personales de corrupción.
El tercer candidato, Jorge Álvarez Máynez, del pequeño partido de centroizquierda Movimiento Ciudadano, intentó posicionarse como una opción alternativa entre ambos polos ideológicos, pero tuvo un papel más bien secundario. Según un sondeo relámpago del instituto Massive Caller, el debate confirmó en sus opiniones previas a más de tres cuartas partes de los espectadores.
De acuerdo con las encuestas, un 51 por ciento se propone dar su voto a Sheinbaum, un 34 por ciento a Gálvez y un siete por ciento a Álvarez Máynez. Pero entre un 20 y un 30 por ciento del electorado se mostró indeciso o no respondió. Antes de la jornada electoral del 2 de junio se llevarán a cabo otros dos debates. Allí se tratarán temas más candentes, como la estrategia de seguridad y la política económica. Ahora se habló principalmente sobre asuntos sociales y el combate a la corrupción.
Debate “superficial”
“El debate televisado, de unas dos horas, con siete temas, pareció por amplios trechos rígido y sobrecargado”, comentó a DW el representante de la fundación Heinrich Böll, Florian Huber. “El corto tiempo para responder no dio apenas espacio para un verdadero duelo entre los candidatos”. Similar es la impresión de la directora general de la empresa Consultores y Marketing Político, Gisela Rubach: “Durante el debate se pusieron sobre la mesa 52 propuestas de reforma”, dijo. “Pero, debido al corto tiempo, todo quedó en lo superficial y apenas habrá probablemente televidentes que recuerden siquiera cinco de esas propuestas”, criticó en la radioemisora Imagen.
También Lila Abed, directora adjunta del Instituto México, habló de una “oportunidad perdida”. En diálogo con DW, señaló que “tres cuartas partes de los mexicanos siguieron el debate. Pero no creo que hayan averiguado mucho más sobre los candidatos y sus programas políticos”.