RUBIO, EL PRIMER HISPANO EN DIPLOMACIA EEUU
Tras una fulgurante carrera en la que llegó a desafiar a Donald Trump por la nominación republicana a la Casa Blanca en 2016, el senador de origen cubano Marco Rubio será el próximo secretario de Estado, convirtiéndose en el primer hispano al frente de la diplomacia estadounidense.
El presidente electo, Donald Trump, anunció este miércoles que entregará la cartera del Departamento de Estado a Rubio, considerado un halcón de línea dura en política exterior y gran conocedor de temas internacionales, especialmente de Latinoamérica.
«Marco es un líder muy respetado y una voz muy poderosa en pro de la libertad. Será un firme defensor de nuestra nación», expresó el próximo mandatario en un comunicado.
Este senador de Florida, vicepresidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Alta, estuvo en las quinielas como posible compañero de fórmula de Donald Trump para la Vicepresidencia, antes de que este se decantara finalmente por J.D. Vance.
Un guiño a los votantes hispanos
Una vez el Senado haya ratificado su nombramiento, Rubio, de 53 años, se convertirá en el primer hispano en dirigir el Departamento de Estado.
Su elección es además un guiño por parte de Trump a los votantes latinos, un electorado que dio un giro hacia el republicano en las elecciones presidenciales de la semana pasada que le permitió alcanzar un avance histórico.
El 55 % de los hombres hispanos que votaron lo hicieron a favor de Trump, frente al 38 % de mujeres, según American Enterprise Institute, un resultado crucial para el expresidente en la comunidad latina, que históricamente ha votado demócrata.
Rubio ganó popularidad a nivel nacional en 2016 cuando intentó hacerse con la nominación presidencial republicana en unas primarias en las que finalmente resultó elegido Donald Trump, quien posteriormente ganó las elecciones.
Durante esas primarias, Trump lo menospreció llamándolo ‘Pequeño Marco’, y Rubio respondió con ataques mordaces, aunque tras abandonar la carrera, el senador se mostró muy leal al magnate neoyorquino y tuvo una presencia destacada en su campaña de este año.
Rubio fue invitado a varios mítines de Trump para atraer el voto hispano y apagar el fuego desatado cuando un humorista calificó a Puerto Rico de «isla de basura» durante un evento del republicano.