ROOSEVELT TIRA LA PIEDRA Y ESCONDE LA MANO
El activista en jefe del Ejército, Roosevelt Hernández, rapidito mandó a su equipo de relaciones públicas a redactarle un comunicado en nombre de la institución, negando haber encañonado un ejemplar de la Constitución delante de los miles de auxiliares a los que reunió en las instalaciones de la Fuerza Aérea en la capirucha, calificando el asunto como mera “distorsión y manipulación” de los medios.
Sin embargo, por mucho que lo niegue, lo cierto es que fueron miles de ojos los que presenciaron su matona y desesperada acción, cuando delante de todos ellos dijo: “Yo soy respetuoso de las leyes, si no lo fuera, hago esto”, como dando a entender que lo que a él lo mueve es su pseudo compromiso por la defensa de la legislación catracha y no su evidente defensa de las políticas del familión.
Según se lee en el comunicado, escrito según el dictado de Roosevelt, las gloriosas FFAA condenan “la distorsión y manipulación de su intervención con el personal auxiliar, que de forma malintencionada ha trascendido en diferentes medios, intentando generar odio, violencia y descrédito público”; una contestación que suena más como a manotada de ahogado que a posicionamiento institucional.
Y es que Roosevelt ha estado últimamente en el ojo del huracán por su súbita reconversión a activista político de Libre, desde que sin ton ni son saliera públicamente a defender las políticas castrozelayistas, cuando su chamba debe circunscribirse a acatar lo que le ordena la Constitución como buen soldado, pero sin necesidad de encañonarla.