RIXINETA, FRÍA Y DISTANTE

Tendrán sus asesores que ir aconsejando a Rixi Ramona, incapaz aún de mostrar espontánea alegría ante sus correligionarios, que la reciben como una salvadora allá por donde va, pero que a cambio solo obtienen gestos de “cachetito distante” por parte de su precandidata.

Llegó la Rixineta a La Paz, destino elegido del finde, a pregonar el castrozelayismo ante sus feligreses, haciendo creer que esa vertiente del oficialismo que profesa tiene sólidos argumentos para merecer la continuidad al frente de un barco que con su indisimulado repelús hacia la plebe pretende ella evitar su hundimiento.

Pero mucho tendrá la doña que menear el cocido si quiere revertir la imagen de “distante” que se ha agenciado entre sus potenciales votantes, que ven en las otras corrientes refundidoras gestos más sinceros en los que, según la situación o las circunstancias, pudieran confiar su papeleta.

Pero de momento es lo que hay para ofrecer, porque a fin de cuentas se siente ella cobijada por sus padrinos en Presidencial, que fijo no son ajenos a la situación, pero sabedores de que tienen la sarten por el mango, que de algo puede servir llegado el momento o generada la necesidad.