RIXI “IGNORA ” A ENFERMOS RENALES

Se la pescocearon los enfermos renales a Rixi Ramona, que se los encontró exigiendo sus derechos en plena marcha del 1 de mayo y en un sublime amago técnico, tipo Ronaldinho, siguió a todo mecate dando pases y mirando para otro lado, como que no era con ella la cosa.

De nada sirvieron los gritos a los pobres, porque la precandidata de los refundidores andaba ahí atendiendo otros menesteres que nada tenían que ver con reivindicaciones obreras o renales, sino más bien con el hecho de tirar rostro en busca de simpatías entre una muchedumbre que es muy capaz de votar hasta por un perro si fuera ese el mandato de su amo el comandante.

Y es que la marcha tuvo muy poco de obrera y bastante de política, porque estaban las calles hasta la pata de enchambados, que atendieron obedientemente la orden previa de su comandante de echarse a las calles para robarse el protagonismo que debía ser exclusivo de la clase obrera, que no necesariamente es la clase refundidora.

Pero bueno, ese es otro rollo, porque en lo concerniente al feo gesto de Ramona, muchas conclusiones se pudieran sacar, pues sirvió su ignorada para constatar su falta de tacto y de “llegue” con la catrachada, que sin duda se ha de hacer notar en los sondeos internos de la refundación a la que representa.

Un feo gesto que, a su vez, es fiel reflejo de cómo ha llevado ella su campaña en busca de la guayaba, pues la quejadera entre las bases de la refundición siempre es la misma: su cara de tubo, con la que rara vez asoma una mueca que al menos haga creer a sus adeptos que es una precandidata dispuesta a todo con tal de llevarse el gato al agua.