¡REVENTUKY XIOMARA CASTRO!
Entre más pasa el tiempo y más la evalúan, más hecha leña acaba la presi Xiomara Castro. La más reciente encuesta de MacroDato da cuenta de ello, pues apenas un pírrico 4.7% de la catrachada aprueba su gestión, frente al 93% que le pone la cruz en el lomo.
Un dato que por sí solo ya pone los pelos de punta, más aún teniendo en cuenta que apenas cuatro meses antes, en septiembre, el porcentaje era tres veces mayor, que aún así ya era para comerse las uñas y arrancarse los pelos.
Pero la encuesta da para mucha tela que cortar, ya que en el apartado de la economía un 84.2% de los encuestados creen que el asunto ha empeorado y un 13.3% dice que sigue igualito que antes, dejando un estrecho margen del 1.8% a los que, por esas cosas de la vida, consideran que la economía catracha ha mejorado. Inclúyase quizás aquí a los enchambandos de la refundación.
Más de lo mismo refleja la evaluación hecha sobre la seguridad, o mejor dicho la inseguridad, pues apenas un miserable 1.4% siente que el panorama ha mejorado, quizás porque respondieron a la encuesta acurrucados en alguna cueva inexpugnable.
Misma cueva en la que seguramente vive el 2.2% que dicen que el sistema sanitario ha mejorado, contrastando con el inmenso 81% que cree lo contrario, pues toda la evaluación deriva en que un 66.8% de los encuestados crea que la corrupción generalizada durante el gobierno castrozelayista se ha puesto más yuca comparado con el mes pasado.
Así que muy engañado estaba todo aquel incauto que pensó que con la llegada de la prometida e incumplida refundación las cosas mejorarían, porque dentro de la aplazancina, lo que peor debe sentar en Casa Presidencial es que al finalizar el segundo año de su segundo mandato, incluso el malquerido JOH contaba con casi seis veces mayor aprobación que Xiomi, con un 27.1% por entonces.
Toda una entortazón que hace que le llueva al gobierno desde todos los frentes, con especial incidencia entre las mujeres, que en un 95.07% le ponen la tacha en rojo a lo hecho hasta ahora por la primera mujer presidenta del país, que resultó ser, no solo para ellas sino para muchos más, una guaya en todo sentido.