REMESAS, FLOTILLA DE SALVACIÓN NACIONAL

 

¡Catrachos! Si no fuera por esas benditas remesas, estaríamos en una verdadera calamidad económica. Hay que agradecer a nuestros valientes migrantes, quienes con su sudor y sacrificio mantienen a flote nuestra economía.

Porque seamos sinceros, el crecimiento económico de Honduras es más vegetativo que resultado de brillantes políticas económicas y sociales. Es decir apenas una economía de supervivencia,

Mauricio Díaz Burdeth, el director del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), destacó este lunes que generaciones enteras en Honduras nunca han visto el sol brillar en el horizonte económico. Y la situación no mejora, queridos compatriotas, sino que se complica aún más. ¡Cómo no! Si gran parte de nuestro alivio económico depende de los más de un millón de hondureños que han emigrado, principalmente a Estados Unidos y España. Si no fuera por estos héroes modernos, estaríamos perdidos.

Las remesas enviadas por nuestros migrantes son el motorcito que mantiene nuestra economía tambaleante. Díaz Burdeth, con una sinceridad desgarradora, nos recordó: “Con toda franqueza, si no es por las remesas que vienen de fuera nosotros tendríamos calamidad económica al máximo, no habría manera de poder sobrevivir”.

Pero eso no es todo, la mayoría de los productos que consumimos son importados, especialmente los agrícolas. ¡Qué ironía! Un país agrícola que importa su comida. Díaz Burdeth lo atribuye a años de desatención en el sector agrícola, inestabilidad en tierras y mercados. Así, nuestros valientes productores locales se desaniman y prefieren ver crecer las malas hierbas.

Mientras tanto, cada vez más personas emigran con sus familias, pidiendo dólares y euros para empezar de nuevo en otras tierras. Reflejo claro de la falta de condiciones favorables en nuestro querido país. Y no olvidemos nuestra infraestructura de primera, con frecuentes apagones que, sin duda, desaniman a cualquier inversor extranjero a poner su dinero aquí. ¡Viva Honduras! O, mejor dicho, viva nuestras remesas que sin ellas estarías comiendo…

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