REMESAS, EL SALVAVIDAS DE SIEMPRE

Con los números en la mano, si no fuera por las remesas que mandan desde el imperio los paisanos inmigrantes, la economía en el patio catracho ya días hubiera pegado el porrazo, y la muestra más clara son los casi 240 mil millones de pesos que mandaron solo el año pasado.

Para ponerlo en contexto, estamos hablando de un cachimbo de pisto muchísimo mayor que los 161 mil millones y pico que recaudó Finanzas en el mismo periodo de tiempo por concepto de recaudación tributaria; es decir, sangrando a la gente.

O sea que, poniendo las cifras sobre la misma balanza, los “migradólares” supusieron un 48% más de billete que lo que se recaudó aquí en impuestos, lo que vuelve aún más delicado el hecho de que los eruditos de la refundación anden últimamente tan quisquillosos con los gringos.

Y se trata de una cifra que aumenta cada año que pasa, al mismo tiempo que acá también aumentan, pero las trabas a la inversión y el desempleo, que entre una cosa y la otra uno ya se puede hacer una idea del Apocalipsis que podría venirnos encima el día menos pensado.

Pero eso de que las remesas superen a la recaudación de tributos no es cosa nueva, sino una que se viene repitiendo desde 2019, cuando la diferencia porcentual entre una cosa y la otra fue del 24%, según cifras del Banco Central aquel entonces.