RELACIONES SÓLIDAS, PERO, “CON DIFERENCIAS”

Algo así como la canción aquella que dice me gustas, pero me asustas. Así más o menos se puede calificar la relación que tiene la Embajada de Estados Unidos y el Gobierno de la Refundación Nacional, aunque con palabras diferentes dichas por la jefa de la misión del imperio en Tegucigalpa.

En un conversatorio con periodistas, la embajadora de los Estados Unidos de Norte América, Laura Dogu, presentó a sus principales consejeros de la misión diplomática en Honduras y respondió preguntas sobre los diferentes escenarios bilaterales entre ambos gobiernos, especialmente de apoyo y desarrollo enmarcado en los principios de democracia, prosperidad y seguridad, que son las políticas que establece su país.

La pregunta de cajón. De entrada, le consultaron sobre las relaciones con el gobierno de la presidenta Xiomara de Zelaya, teniendo en cuenta todos los  “llamados de atención” y críticas de funcionarios, por sus posturas y comentarios en temas de país, que han calificado como intromisión en asuntos internos.

La embajadora respondió, que ella tiene “una excelente relación con el Canciller” (Enrique Reina) con quien se mantiene en contacto coordinando actividades importantes de ambos países, que también se reúne con otros funcionarios del gobierno y tienen conversaciones “en público y en privado y en lo que no estemos de acuerdo vamos a ver en qué podemos mejorar la cooperación en conjunto. Esto es normal”.

Recalcó que, al margen de esas diferencias, existe una relación entre ambos países, pero “lo más importante, es que hay millones de hondureños viviendo en los EEUU y hay muchos estadounidenses aquí (en Honduras), entonces nuestra relación no solo es entre gobiernos y eso es importante entenderlo. Tenemos relaciones con el Gobierno, no estamos de acuerdo en todo, pero eso es normal también. No hay un país en el mundo con el que las relaciones de los países estén de acuerdo con el 100%”.

Como para que les caiga el 20 a los funcionarios de la refundación, Dogu, indicó que “el rol de un embajador en un país es la representación del presidente de los Estados Unidos; entonces cuando estoy hablando estoy siempre hablando en nombre del presidente Biden y de su gobierno”. O sea que al que le caiga el guante que se lo plante.

Manifestó que no le preocupan las críticas porque ella trabaja desde su perfil en representación de los intereses del Gobierno de su país y en ayudar a los hondureños. Al referirse a los acuerdos de cooperación de EEUU en Honduras, la embajadora señaló que: “estamos aquí el día de hoy y vamos a estar en el futuro también y nuestros programas están enfocados en mejorar las condiciones para Honduras, pensando en el desarrollo y el crecimiento de la economía, generar empleo y el futuro de los hondureños”.

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