¿REGRESAN LAS ANTORCHAS?
Por ahí andan las malas lenguas diciendo que hay que preparnos para una ¡Fiesta de Llamas y Protestas!
En la era digital donde las noticias vuelan más rápido que un rumor en la esquina, ha comenzado a circular en las redes sociales un cartel que anuncia el regreso de las legendarias “Marchas de Antorchas” a las calles de Honduras.
Sí, esas mismas que iluminaron las noches hondureñas con más fervor que un apagón en plena ciudad. Según el cartel, la cita está programada para el viernes 6 de septiembre a las 5:00 p.m., y el punto de encuentro será nada menos que la primera entrada de la populosa Colonia Kennedy.
Hasta ahora, nadie ha tenido la audacia de reclamar la autoría de la convocatoria, pero ya saben cómo va el dicho: “Cuando el río suena, es porque alguien está preparando una marcha”. Así que, queridos compatriotas, no pierdan de vista lo que podría ser el renacimiento de uno de los movimientos ciudadanos más ardientes que ha visto el país.
La convocatoria, que más parece un llamado a una fiesta de antorchas que a una manifestación, tiene como objetivo principal mostrar apoyo a la extradición y a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH).
Porque, claro, nada dice “estamos descontentos” como una buena caminata con antorchas en mano. Esta protesta se enmarca dentro de un creciente descontento popular hacia el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, quien parece haber tomado algunas decisiones que han encendido más de una chispa en la ciudadanía.
El lema “¡Ya se van!” que adorna la imagen, refleja claramente el espíritu de los convocantes, quienes no solo buscan presionar al gobierno actual, sino que también parecen tener una especie de esperanza de que las antorchas funcionen como una especie de exorcismo político.
Así que, Honduras, ha llegado el momento de desempolvar las antorchas, calzarse los zapatos más cómodos y salir a la calle. Porque esta marcha no es solo sería una protesta; es un grito de esperanza, una exigencia de justicia, y quién sabe, tal vez también una buena excusa para salir de casa y ver a los vecinos.