REFUNDIDOS Y “DESVISADOS”
Los gringos andan que no creen en nadie, revocando visas a diestra y siniestra entre aquellos a los que señala por socavar la democracia y azuzar el conflicto entre los catrachos. No citaron nombres, por aquello de la confidencialidad que les manda la ley, pero ni falta hizo.
Dijeron los gringos, mediante un comunicado, que eso de haber impuesto a la brava a los interinos de la Fiscalía es algo evidentemente ilegal que no va con ellos, así como tampoco los actos violentos e intimidatorios de las turbas de Libre a las que tampoco quisieron mencionar.
Y es que el bombazo, que había trascendido previa y sigilosamente por varios medios, hizo que a varios cabecillas del hemiciclo se les esfumaran de repente los planes de vacacionar en tierras del Tío Sam, aunque no tomó por sorpresa a aquellos en cuyo historial ya pesaba una sanción similar por engrosar la lista Engels.
Una lista Engels que, según como anda soplando el viento, será renovada antes de que llegue la Navidad, junto con otra a la que los gringos llaman “Magnitsky”, que los faculta para sancionar a los infractores de los derechos humanos, así como congelar activos en el extranjero.
La intempestiva decisión sirve, además, para proveer de sustento las especulaciones en torno a la sospechosa ausencia de Carlón, Casaña y Tomé cuando tocó al Legislativo al que representan reunirse días atrás con la comitiva de senadores y congresistas gringos que vinieron de visita por Honduras. Una ausencia moldeada a placer por los propios visitantes.
El escrito de los gringos, sin embargo, finaliza apelando a su compromiso con la promoción de la rendición de cuentas de quienes socavan la democracia catracha, de la que tanto gusta alardear al gobierno de la refundación, que deberá recomponer el camino para intentar recuperar su pisoteada credibilidad.