REDONDO Y SUS ILUMINADOS ANÁLISIS

 

El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, ha vuelto a deleitarnos con una de sus épicas publicaciones en la red social X. Esta vez, en su faceta de jurista autodidacta y defensor incansable de los subsidios, nos ha entregado un tratado que bien podría competir con las obras completas de algún filósofo iluminado, al menos él jura.

En un extenso análisis jurídico-constitucional-legal-administrativo-financiero, Redondo no solo justificó las subvenciones que reparte con generosidad, sino que dejó claro que él, cual monarca legislativo, tiene el poder absoluto para decidir quién merece los preciados subsidios.

Con su dedo índice apuntando desde lo alto de su trono, sentencia: “La Constitución, en el artículo 205, numeral 37, y la Ley Orgánica del Poder Legislativo, me dan esta potestad.

Según el presidente del Congreso, las subvenciones y subsidios actuales son tan diferentes a los cuestionados fondos departamentales que la comparación sería como confundir agua bendita con un cóctel barato. “No son lo mismo”, enfatiza, porque estos vienen avalados por mi impecable juicio, y además los fondos departamentales ya fueron derogados, investigados y exorcizados por la MACCIH y otras siglas que ya nadie recuerda.

Redondo, en su ya característico tono de “maestro de la verdad revelada”, también actuó contra la oposición política y las ONG’s. Según él, estos grupos son una suerte de villanos caricaturescos que pretenden confundir al pueblo noble y puro, sugiriendo que las nuevas subvenciones son una copia de los viejos y viciados fondos. Vaya atrevimiento es casi una ¡Herejía!

Algunos se preguntan si, con tanto tiempo dedicado a escribir manifiestos, al presidente del Congreso le queda espacio para presidir. Otros, en cambio, esperan con ansias su próxima publicación, quizás un tratado sobre cómo justificar todo lo injustificable. Por lo pronto, Redondo sigue siendo el trovador legislativo que Honduras no sabía que necesitaba, pero que ahora no puede ignorar.

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