REDONDO Y ADÁN FÚNEZ, JUNTOS Y REVUELTOS
Difícilmente se puede ser más cínico y descarado que Luis Redondo, el conserje de Libre en el Congreso, quien haciendo caso omiso a todo el murmullo montado alrededor, viajó en helicóptero hasta Tocoa para visitar al alcalde de allá, Adán Fúnez, señalado estos días por la Iglesia Católica y otros sectores por su supuesta responsabilidad en haberle dado plomo al ambientalista y regidor, Juan López.
A la mismísima casa del edil se fue a enchutar, como si nada, repartiendo abrazos y estrechones de mano a los locales que también se hicieron presentes, mientras medio pueblo tocoeño reclama en las calles una investigación como Dios manda en torno al caso de la muerte violenta del ambientalista, que era un férreo detractor de Fúnez.
“Un saludo para todos los de Colón”, dijo el cilíndrico jefe del Legislativo mientras salía de la residencia que Fúnez supuestamente había abandonado de modo temporal, temiendo por su vida y la de su familia, según dijo él mismo a una radio de la capirucha.
La visita, entendida como una provocación en toda regla, no hace más que crispar aún más los ánimos, pues se da en un momento en que el Ministerio Público refundacional dizque está investigando con pelos y señales para enjaular a los culpables y escudriñar el historial de los sospechosos, entre los que por supuesto está Fúnez.
Un Fúnez que se metió en ese berenjenal cuando ni siquiera había salido del anterior, tras con su activa participación en el supuesto cobro de coimas reflejado en el narcovideo grabado en 2013 y revelado recién, que los pone a él y a Carlón como coprotagonistas absolutos, por su velada vinculación con la cúpula del narcotráfico catracho de aquellos días.
Hay que “mantenerse unidos para poder continuar con lo que se ha empezado para el bien del país” se despidió diciendo Redondo antes de encaramarse en la Prado blindada en que se movilizó, sin especificar si eso de “continuar lo que se ha empezado” tiene que ver con una buena acción o, por el contrario, con otra de sus mandracadas.
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