REDONDO SUELTA UN POPURRÍ DE CASACAS

Se le nota a Redondo la desesperación que anda encima por acaparar votos, que hasta se atrevió a salir de su guarida en el Congreso para atender una entrevista en Radio América, donde soltó todo un popurrí de casacas que no pasaron inadvertidas no solo por su falsedad sino también por su cobardía, pues ni siquiera se atrevió a mencionar por su nombre a Carlón cuando aseguró no mantener contacto alguno “con el amigo que antes dirigía el movimiento M28”.

Y eso nada más como pica pica, para abrir boquita, porque con toda la superioridad moral que cree tener habló también de la CICIH, o mejor dicho, de la no llegada de la CICIH, fracaso por el que se lavó las manos y del que culpó a “extractos fuera del gobierno” que, según él, son los que han impedido que la comisión internacional ya esté instalada, ya se según dijo, esos “extractos” actuaron “para afectar al gobierno y decir que no se cumplió”.

Pero siéntese y póngase cómodo, porque la exhibición magistral de cinismo no acabó ahí, ya que como el buen cobarde que siempre ha sido, hasta insinuó que la entonces representante de la ONU, Alice Shackelford, tuvo indirectamente algo que ver para que la promesa refundacional de traer a la CICIH siga sin cumplirse, porque asegura que una vez hasta fue a la casa de la doña a dejarle una carta de invitación para reunirse, pero dizque no hubo respuesta.

Pero la cosa sigue y se pone cada vez más buena, pues en ese afán suyo de querer tener la razón a fuerza de huevos, llegó a decir el condenado que, con el tema de las subvenciones en el Legislativo, 207 diputados, entre propietarios y suplentes de “todas las bancadas”, han accedido a ellas, por más que luego varios salgan en los medios tirándoselas de inocentes palomitas.

Pero eso sí, “no es como antes, cuando existía el Fondo Departamental”, según él, porque bajo su mandato parece que todo fluye como miel sobre hojuelas, pues quiere aparentar él que no ha hecho nada de todo lo que sí ha hecho, como si nadie lo conociera y como si nadie supiera cómo corre el agua cuando se trata de su supervivencia política.

Finalmente, también habló el señor del bombo de la Ley de Injusticia Tributaria y de la extradición, pero obviamente jalando agua para su propio molino, repitiendo el discurso que le ordenan sus patrones del Ejecutivo, ya que insistió una vez más en que si no convence a suficientes diputados para aprobar la mentada ley, que lo hará a la brava, como acostumbra a hacer su amo Mel, con “consultas populares”, porque cree él que la opinión pública aún les es favorable.

Eso, por un lado, porque por el lado de la extradición, que pasará a mejor vida el 25 de febrero tras haberla denunciado porque a su “amigo” Carlón le revelaron sus narcovínculos, aseguró él que “también se le puede consultar al pueblo”; una sugerencia quizás tardía pues su propia jefa ya se encargó de que el tratado con los gringos se esfume por completo.