RECETAN “UBICATEX” A LA MINISTRA CARLA

De quien menos lo esperaba recibió una dosis de “ubicatex” la ministra de Salud, Carla Paredes, para que se le quite la tos por andar jugando a ser diosa con los cipotes que estudian Medicina en la Católica, a los que no quiere aflojar ni un cinco por su servicio social, según ella por pertenecer a una institución privada que debería ser la que se haga cargo del pago.

El que la atendió si cita previa fue Gustavo Solórzano, el del Colegio de Abogados, que sin poseer ninguna especialidad médica le recetó humildad a la doña, invitándola a no caer en la “falsa idea” de que todo gira en torno al Estado, pues tanto el Estado como los servicios públicos que presta “le pertenecen al pueblo hondureño”, no a ella ni mucho menos a sus jefes.

“Excluir a los estudiantes de universidades privadas no tiene justificación, ya que también han sido parte del esfuerzo educativo” le mandó decir, pues su postura “solo evidencia un desconocimiento profundo de lo que significa la administración pública”.

Así, directo al pecho y sin Cofal, Solórzano acabó domesticando a la fiera, que desde que accedió a la chambita como jefa de la Sesal no ha parado de dar la nota con sus cabezudos pensamientos, propios del siglo pasado, sin darse cuenta de lo esencial que resulta “que todos los esfuerzos se unan para garantizar el derecho a la salud del pueblo hondureño”.

 

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