RATIFICADO A REGAÑADIENTES

Ni estando preso y con una cadena perpetua guardadita como en el banco se olvidan de Juanchi los refundidores de la patria, que ratificaron a regañadientes el reciente tratado limítrofe con Nicaragua solo porque inicialmente este fue suscrito por el indómito en sus años mozos.

El más reacio era el comandante vaquero, al que los asuntos referentes al expresidente como que le dan embolias. Pero se tuvo que tragar la bilis y ordenar a su conserje en el Congreso, vía Carlón, que le diera viento al asunto.

Y es que al presidente en funciones le terminó cayendo el veinte tras varias horas de yoga, pues no hay manera de que el dichoso tren interoceánico, al que lo han hecho su bandera, agarre envión si no le dan una salida relax por el Pacífico, donde a su camarada Ortega más vale tenerlo tocadito.

Así las cosas, los complejos más absurdos de la refundación han vuelto a ver la luz, con un comandante que ha tomado la batuta mientras su concubina continúa disimulando su ineptitud asistiendo, altiva y empoderada, a sólo aquello que no implique para ella el riesgo de tener que tomar decisiones por su cuenta

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