QUINTÍN PEGA DURO Y PAREJO
Cuando Quintín Soriano habla, la garganta de los dirigentes liberales se convierte en saco testicular. Demostradito volvió a quedar este domingo, cuando el hombre trapeó el suelo con todos ellos y hasta le dio para los chicles al gobierno refundacional.
Punto por punto, el alcalde de Choluteca aclaró que los buses fletados que llegaron a la capirucha a acuerpar la celebración del 133 aniversario del partido fueron costeados por los alcaldes y no por los caudillos del partido, pues además de celebrar, su intención fue llegar para señalar los planchones de los propios caudillos y también los del gobierno refundidor al que tanto adulan estos.
Planchones que aludieron directamente al pleito público y barriobajero entre Yani Rosenthal y Luis Zelaya, a quienes invitó a relajar el nance o dejar de joder, pues el único fregado es el partido. Pero los balazos también le ajustaron para los diputados colorados díscolos, que con su accionar servil en el Congreso han conferido el calificativo de “bisagra” que actualmente los identifica como partido.
Punto y seguido, atizó también al gobierno refundidor, al que señaló por hacerse el papo con sus obligaciones en el sur, donde lo único que ha hecho es intensificar la contaminación visual con sus rótulos de “Xiomara sí cumple”, aunque en sustancia, lo hecho ha corrido por cuenta comunal.
Y todo, pese a que las dichosas transferencias siguen sin llegarles, pues cada vez como que les ponen más trabas para justificar su ineptitud, un calco exacto del accionar estatal durante los doce años de la mentada narcodictadura con la que adornan sus discursos hasta el hastío.
También tuvo Quintín palabras de cariño para la “hipócrita” presidenta, a la que cuestionó su dizque devoción católica más allá de la imagen que proyecta ante la Virgen de Suyapa en su día, pues dijo que la mandataria suele repetir como una lora aquello de “ni olvido ni perdón” como colofón de sus discursos, pese a que la religión que supuestamente predica invita a sus feligreses a pregonar precisamente con el perdón.
Aunque quizás no sea culpa de ella sino mas bien de Mel, a quien pidió ahuecar el ala y dejar que sea su mujer quien gobierne, ya que como elemento decorativo debería bastar la Pichu, pues cree Quintín que es el comandante vaquero el artífice de la retórica pseudo comunista que sus adeptos siguen como borregos, y no es el expresidente la voz más autorizada para hablar de conocer la realidad de los pobres siendo él dueño de medio Olancho.
Un Mel que fijo redactó las líneas del discurso con el que su mujer se presentó recientemente en la comunista Cuba a despotricar contra el imperialismo yanki, sin dedicar una sola mueca a condenar la persecución de católicos en la casi comunista Nicaragua, que la tiene al ladito.
Todo esto, según Quintín, han sumado al descalabro de la refundación, que en un intento de reacomodar sus destartaladas piezas quiere encajar a fuerza de huevos a Rixi Ramona, alias “Monchita”, quien según sus predicciones a ojo de buen cubero, no la va a oler en las generales, pues carece de tantas y tantas cosas, pero sobre todo de pegue con la catrachada.