QUBAIN QUIERE JALAR A RUBIO PARA HONDURAS
Cumpliendo a rajatabla su papel de anfibio superior, Karim Qubain, el de la Cámara de Comercio e Industria de Cortés (CCIC), creyéndose apto para asumir el papel de mediador, pidió a Marco Rubio que por favorcito se deje de venir a Honduras en su gira programada por todos los países de Centroamérica excepto la Nicaragua del dictador Ortega y, cómo no, la Honduras de los Zelaya Castro.
“Estoy seguro de que las autoridades de gobierno también le recibirán con los brazos abiertos”, se atrevió decir, demostrando que eso de andar de sobalevas del gobierno refundidor le ha subido los humos a niveles insospechados, y es que se tomó él atribuciones que ciertamente no son de su incumbencia.
Aun así, el palestino cree que su mensaje le llegará, por arte de magia, al recién nombrado jefe de la diplomacia exterior del gobierno gringo del chele Donald Trump, aunque difícil resulta creer que Rubio siquiera conoce su existencia, o al menos la existencia de la CCIC; pero por intentarlo al hombre no se le reprocha nada. De hecho, con solo haberlo mencionado ya ha hecho más que el propio canciller de la República, quien anda estos días más centrado en la campaña política que en sus quehaceres institucionales.
Lo que sí se le reconoce es que al menos él sí parece ser consciente de la importancia de no andar de golilleros con el Tío Sam, pues se trata de un “amigo y aliado desde siempre”. Y en un acto de lucidez casi impropio de él, y no digamos de los funcionarios de la refundación, recordó que “a veces las dificultades se ven diferentes cuando no se enfrentan cara a cara, pero entre amigos y como familia, todo se resuelve”.