PRESUPUESTO SIGUE ATRAPADO EN EL LIMBO
“Cómo manejar el dinero público sin que nadie se queje demasiado”, se preguntó el diputado Carlos Umaña quien ha encendido las alarmas sobre la intención de las normas presupuestarias de confiscar los ingresos de instituciones descentralizadas y desconcentradas del Estado—incluido al Benemérito Cuerpo de Bomberos—para depositarlos en la flamante caja única del Estado.
Según Umaña, esta jugada maestra es un atentado directo contra la autonomía de estas entidades y podría convertir su administración en un espectáculo de ilusionismo financiero.
“Esto ya lo habíamos negociado, pero ahora la Secretaría de Finanzas hace como que no recuerda nada”, lamentó el diputado, sugiriendo que la memoria selectiva es una de las habilidades más desarrolladas en la política nacional.
Umaña también comparó las negociaciones con la famosa historia del “Coyol y la Piedra”, donde el esfuerzo no siempre garantiza el resultado esperado. “Si seguimos en esta dinámica, será imposible lograr un acuerdo de beneficio mutuo entre las bancadas”, dijo, dejando claro que aquí todos tiran piedras, pero nadie quiere. Y mientras el presupuesto sigue atrapado en un limbo.