PRESUPUESTO INFLADO PARA FFAA

FFAA pide presupuesto de oro para elecciones, mientras CNE “no estaba invitado a la fiesta”, o le jugaron la vuelta.

En un sorprendente giro de eventos, las Fuerzas Armadas de Honduras han solicitado al Congreso Nacional un presupuesto especial de apenas 276 millones 931 mil 012 lempiras para garantizar la seguridad en las elecciones primarias y generales de 2025. Lo curioso: el Consejo Nacional Electoral (CNE) ), quien debería estar al tanto de estos asuntos, asegura no haber sido informado. Quizás se les perdió el memo en algún transporte “custodiado”.

Según el artículo uno de esta propuesta presentada por la Secretaría de Defensa, este cuantioso monto se destinará a garantizar el “libre ejercicio del sufragio”, el transporte y custodia del material electoral y, claro está, a “otros aspectos de seguridad”. Traducido al lenguaje ciudadano: “necesitamos más pisto porque sí”.

Un presupuesto con esteroides

Kelvin Aguirre, exconsejero del CNE, no perdió tiempo en señalar lo evidente: el presupuesto está inflado como balón de playa. Recordó que, en 2021, la cifra fue de 122 millones para ambos procesos electorales, y ahora piden más del doble. “Creo que tenemos otras prioridades como pueblo: salud, educación… y reparar esa carretera que lleva décadas sin terminar”, dijo Aguirre, mientras insinuaba que el aumento es una obra de arte de la imaginación presupuestaria.

Es curioso que esta propuesta haya sido presentada por la diputada Angélica Smith directamente al Congreso, como si las Fuerzas Armadas fueran un ente electoral. En el proceso anterior, el CNE presentó su solicitud, pero ahora parece que los militares tienen un gusto por la autonomía… y los ceros extras, añadió Aguirre con una sonrisa sardónica.

Por otro lado, la presidenciable liberal Maribel Espinoza propuso que el CNE convocara a la Junta de Comandantes para discutir este presupuesto especial. Eso sí, pidió que la candidata presidencial que es su rival directo no esté presente, “por aquello del conflicto de intereses” .

¿Votamos o financiamos?

Mientras tanto, la ciudadanía observa con escepticismo esta petición. En un país con hospitales desabastecidos, escuelas cayéndose a pedazos y carreteras que parecen pistas de obstáculos, asignar tal cantidad a la seguridad electoral se siente como un mal chiste.

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