POR CORRUPTOS OTRA VEZ APLAZADOS

El economista hondureño Roberto Lagos ha dado una noticia que ya no sorprende a… absolutamente nadie: Honduras ha encontrado su lugar casi al final de la lista en el indicador de corrupción de la Cuenta del Milenio.

Según Lagos, el país se ubicará en la posición 24 de 28 países evaluados, es decir, en un orgulloso percentil 14 % que lo deja “destacado” en la categoría de naciones que reprobamos en transparencia.

Lagos, quien compartió el análisis desde sus redes sociales, explicó con cierto asombro que Honduras ha alcanzado su “peor evaluación desde 1996” en el indicador absoluto de corrupción medido por el Banco Mundial. Según él, este descenso es digno de récord, ya que, al parecer, hemos encontrado nuevas y originales maneras de reprobar.

El economista añade, con un toque de ironía, que el único motivo por el que Honduras ha visto “mejoras” es porque varios países se han graduado de la categoría de ingresos medios bajos, dejando a Honduras con el dudoso beneficio de subir un par de escalones. Claro, sin ningún mérito propio.

“Honduras se ha asegurado un lugar en la élite del percentil 14 %. Un logro difícil de alcanzar, pero aquí estamos,” comentó Lagos, quien dejó claro que esta ubicación significa que el país no será elegible para los recursos de la Cuenta del Milenio. Es decir, seguiremos soñando con esos fondos mientras las reformas quedan en un cajón.

Así, Honduras sigue firme en su meta de… no tener metas. Como bien señaló Lagos, el único plan que parece funcionar es el de sumar más razones para que la Cuenta del Milenio nos ponga como ejemplo, aunque no en la categoría que todos quisiéramos.