PERMISO A LA ONU
Andan como hormigas correlonas los refundidores de la patria en los pasillos de Casa Presidencial y la mayoría de despachos ministeriales, queriendo maquillar sus intenciones asolapadas de no querer traer a la CICIH, por más que anden aparentando lo contrario en el Congreso.
La última que se sacaron de la manga fue la del permiso que solicitaron a la ONU para desclasificar todos los documentos sobre lo negociado con la ONU para instalar en suelo catracho una misión internacional “independiente e imparcial”, según informó el recadero Eduardo Enrique Reina, canciller de la República.
La petición, según Reina, fue hecha por instrucciones precisas de Xiomara, en un oficio enviado a un tal Miroslav Jenča, que es el subsecretario general de las Naciones Unidas para Europa, Asia Central y las Américas, quien de momento no se ha pronunciado al respecto.
Según el canciller, la instalación de la CICIH es lo dizque le da sentido y razón de ser a la existencia misma de la presidenta, que vive interesadísima, según él, en que se le cuenten acá las costillas a los corruptos, aunque a estas alturas, más allá de sus discursos, no haya movido un solo dedo para conseguirlo.
Pero Reina parece empecinado en hacer creer a la indiada que de verdad quieren ellos que la misión venga de una vez por todas, pues “hemos transitado por las vías legales nacionales e internacionales para alcanzar la instalación de este mecanismo contra la impunidad” desde que agarraron la guayaba en enero del 2022.
Una justificación tantito barata y dicha como para taparle el ojo al macho, pues con lo acostumbrados que están a pasarse por alto todas las leyes que se les pongan por delante, no se entiende cómo es que dizque han sido incapaces de actuar de igual manera para instalar algo tan trascendental para combatir la corrupción en el país.