PARTIDO NACIONAL, EN “ALERTA PERMANENTE”

El jefe de la bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, anunció que el país está al borde de una catástrofe sin precedentes, cortesía del Partido Libertad y Refundación (Libre).

 Según Zambrano, lo que Libre realmente quiere es llevar a Honduras a una polarización inédita, disolver poderes, y claro, instaurar una Constituyente que —según él— nos llevará directamente al apocalipsis institucional.

El Partido Nacional se ha declarado en “alerta permanente”, como si fueran los guardianes de la galaxia, listos para salvar la democracia con sus escudos de virtudes inmaculadas. ¿Y cómo piensan hacerlo? Convocando a movilizaciones las veces que sea necesario, porque, ¿qué mejor manera de defender la democracia que bloqueando calles?

Zambrano, con el fervor de un héroe trágico, subrayó que Libre ha dejado a Honduras “en vergüenza nacional e internacional” por sus recientes decisiones, incluyendo la supuesta eliminación del tratado de extradición con Estados Unidos.

Pero no haya que preocuparse, porque el Partido Nacional jamás eliminaría la extradición, porque —en palabras del propio Zambrano— “nunca hemos puesto los intereses familiares primero que los intereses nacionales”. Un detalle menor, seguramente olvidado por aquellos que aún recuerdan los escándalos pasados.

Y como si todo esto fuera poco, Zambrano asegura que Libre está empeñado en controlar la institucionalidad de Honduras, un malvado plan para asegurar sus victorias futuras. Fraude electoral a lo venezolano.

Zambrano no se detuvo allí. Con tono profético, predijo que Libre es tan capaz de todo, que no se sorprendería si mañana publican en La Gaceta un decreto instalando una Constituyente.

Finalmente, en un movimiento digno de una epopeya griega, Zambrano hizo un llamado a las Fuerzas Armadas para que respeten la Constitución y no permitan el fraude ni la asamblea constituyente. “Libre tiene las horas contadas”, sentenció, convencido de que la marea de la opinión pública está a favor de su cruzada.