PADILLA SUNSERI MANDA AL HIJO A LA GUERRA
Finalmente será un Padilla el que salga en las papeletas y encabece las aspiraciones del ala oficialista refundacional en las internas para hacerse con la guayaba de la muni de San Peter, pero no Padilla el recién retornado del exilio, sino su hijo Adrián, que por supuesto lleva su mismo apellido.
Hablemos de una triquiñuela en toda regla, y decidida así por la negativa del CNE de poner al exalcalde como cabecilla del movimiento, por inconsistencias no reveladas por el ente electoral ni mucho menos por el propio Padilla, al que no le quedo más remedio que mandar a su hijo a la guerra.
“Votar por Padilla es votar por Padilla”, parece ser el lema de campaña adoptado a raíz de la incorporación del muchacho de 38 años, que será el encargado de cuidarle la silla a su papi, mientras éste solventa sus inconvenientes legales para, entonces sí, apuntarse él en la papeleta de las generales.
Aunque para eso tendrá que sobreponerse al buen arrastre con que llegará el otro Rodolfo de la ecuación, el de apellido Pastor, que tras su salida del movimiento que ahora comanda Padilla, el hijo, forzó a los dirigentes de esta otra corriente a rebuscar en el armario hasta que dieron con el doncito.
La jugada maestra, solo posible en un chiquero como lo es la política catracha, tiene sin embargo a muchos con la mosca detrás de la oreja, y con razón, pues se trata de cosas que en un país medianamente serio jamás ocurrirían, si es que a alguien se le ocurre pretenderlo.
Pero ‘this is Honduras’ y acá el que no le entiende al trámite ya puede buscarse mejores cosas que hacer, porque en la política vernácula el que no corre, vuela, y para volar está Padilla, y también su hijo, y todo el séquito de harapientos que les apañan las mandracadas.