OTRO LIBERAL ABANDONA EL BARCO

La verdadera esencia del liberalismo en estos tiempos va quedando poco a poco al descubierto, con cada vez más tripulantes saltando del barco a medida en que éste se hunde con Yani al timón.

Un Yani que a su vez mantiene estirada la mano bajo la mesa para garantizar su protección a cambio de avalar las movidas chuecas en el barco castrozelayista, al que acaban subiéndose sus traidores.

El último de la lista fue Francisco Bustillo, alcalde de un pueblo llamado Cane, en La Paz, que decidió ponérsele en cuatro a la refundación, con la que desde hace días había empezado a coquetear.

Dijo el traidor que fue él uno de los valientes que se partió el pecho en las calles cuando al comandante vaquero lo mandaron en pijama y con pasaje de ida a Costa Rica en 2009, razón, según él, suficiente para justificar su actitud de ramera.

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