OTRAS DOS SEMANAS DE PELAZÓN LEGISLATIVA

Tan normalizado está el hecho de que en el Congreso no se sesione, que ya parece incluso que están todos los diputados en su legítimo derecho de no trabajar, pese a que se les paga un pistal por ello. Este jueves, sin ir más lejos, completaron ellos una quincena de pelazón, por orden, obra y gracia de Luis Redondo Guifarro, el mayor estafador del reino.

Y tiene toda la pinta de que serán al menos tres las semanas que completarán en ese mismo ‘mood’, pues con las internas en la vuelta de la esquina, la gran mayoría de ellos anda más pendiente de sus quehaceres propagandísticos para conseguir chamba cuatro años más, que de los legislativos, a los que de todos modos nunca les han parado mucha bola.

La última vez que se vieron las caras fue el 12 de febrero, cuando en un madrugón sospechosamente consentido por buena parte de la dormilona oposición, aprobó Libre varias vainas, entre ellas la ampliación del presupuesto para el TJE, que es de 39 millones de pesos y servirá precisamente para las votaciones, tanto las internas como las generales. Y es que de no haberlo hecho ese día, hoy no habría ni una cosa ni la otra.

Pero bueno, la cosa es que, pese a ser toda una barbaridad, lo de las dos semanitas de pelazón tampoco son para tanto si se las compara con los meses y meses que se han auto recetado la misma dosis desde que Redondo se sentó en la silla, pues el hombre, con esa ineptitud que carga siempre encima, ha sido inútil hasta para consensuar, lo que ha dado pie a que se agarre de ahí para no convocar a sus colegas, que tampoco es que metan demasiada presión al respecto.

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