OTRA CANALLADA
Luis Redondo Guifarro, el sacrosanto conserje de Libre en el Congreso, acaba de sumar una nueva vileza a su larguísimo historial; una que no cuestiona su rectitud política, que ya se sabe que no existe, ni su hombría, pues ya se ha visto que no la practica, sino más bien su humanismo, al desentenderse de la hospitalización de su pequeña bebé en la USA.
Quien dio la señal de alarma fue su examante y madre de la criatura, Alejandra Bustillo, quien desde X denunció la canallada del recién juramentado refundidor, que ni se atrevió a responderle el mensaje cuando ella le preguntó si en su familia hay alguien con historial cardiaco, pues por algo similar debió internar a su pequeña en un hospital gringo.
“¿Tiene a alguien de su familia con problemas del corazón?” le preguntó la angustiada cipota, adjuntándole dos fotos del momento de la intervención médica a la bebé, que según palabras de la propia Alejandra “estuvo a punto de morir” si no fuera porque allá los médicos, o mejor dicho los hospitales donde trabajan, sí se la rifan como Dios manda.
Explicó ella que la niña cayó grave de repente por una “fibrilación articular”, lo que la obligó llevarla “de emergencia al hospital” donde los doctores le preguntaron por el historial médico de los papás, obligándola en medio de su angustia como madre a escribirle al canalla diputado, que pasó olímpicamente del asunto.
“Un hombre al que no le interesa ni siquiera su propia sangre, sabiendo que es una emergencia, y solo la ignora, ¿cree que le va interesar lo que les pase a millones de hondureños que no son nada de él? Piensen eso antes de darle el voto” escribió ella después, comprensiblemente envergada con el irresponsable papá de su niña, que por suerte a esta hora ya se estabilizó gracias a Dios.