O LOS DEJAN ARMARSE O SE ARMA, DICEN COLONEÑOS

Los habitantes de Colón se hartaron del “decreto sin dientes” y, armados con determinación, marcharán hasta los bajos del Congreso Nacional para pedir la derogación del decreto 117-2012.

Según el comité proderogación, portar armas es su derecho, y eso de los salvoconductos temporales ya no los convence; después de todo, con cada cambio de gobierno el papelito pierde su poder, como una licencia de conducir que se vence.

Mientras tanto, el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez, aclaró que el director general de la Policía Nacional es quien firma los permisos y que las autoridades locales no tienen pito en la decisión. Con orgullo, Martínez enumera los 460 salvoconductos emitidos y explica que unos 34 fueron rechazados por “triquiñuelas” de terceros que intentaban sacar permisos sin tener arma registrada. Siete permisos, eso sí, fueron cancelados porque sus dueños hicieron uso “creativo” de sus pistolas.

Pero a los coloneños eso no les importa, los tales salvoconductos les salen sobrando, así que Colón se prepara para dar la batalla, convencidos de que una buena marcha puede hacer más ruido que cualquier calibre, aunque de paso, muchos ya estén pensando en lo bien que se vería un revólver reluciente en el estuche de la cintura, listo para —según ellos— mantener el orden en un estilo muy propio del lejano oeste, pero con un toque catracho.

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